Patrimonio Nacional
Por: Fufi Santori. Uno de los mas respetados ex-dirigentes de baloncesto de Puerto Rico, hoy apodado el Guru. Yo lo considero como uno de los mas grandes visionarios que tiene el baloncesto a nivel mundial. Un nacionalista puertorriqueño, con los pies en la tierra, todo lo que dice hay que considerarlo, goza de un gran respeto y aprecio de todos los que hemos participado de algun modo en el baloncesto puertorriqueño.
Leamos...
Tocaré un tema deportivo en este artículo porque la firma del 'Coach' Rick Pitino para dirigir nuestro Equipo Nacional de Baloncesto significa un cambio radical en la filosofía de como manejar los asuntos en un deporte que nos apasiona de tal manera que incide en nuestra condición de nacionales puertorriqueños y en relación directa con la situación política colonial que sufre nuestra patria: Puerto Rico.
Rick Pitino en la conferencia de prensa para anunciarlo como nuevo director del Equipo Nacional de Baloncesto de Puerto Rico. ( Xavier J. Araujo/El Nuevo Dia)
Hace más de 20 años que nuestra Selección Nacional de Baloncesto ha sido dirigida por un puertorriqueño y aunque 'americanos' como Bill McCadney, Jerome Mincy, Butch Lee y otros hayan formado parte de nuestros equipos nacionales, la verdad es que la inmensa mayoría de los integrantes de nuestras 'selecciones' ha sido formada por puertorriqueños nacidos aquí o descendientes de quienes han emigrado a otros países.
Habiéndose desarrollado el baloncesto en nuestra Isla, fuertemente influenciado por el basket estadunidense, los puertorriqueños aprendimos de quienes mejor jugaban este deporte. Eso incluye la participación importante de dirigentes 'americanos' como Rossini, Holzman, Ramsay, Winters, Bartow etc. en nuestra Liga Superior y también al mando de nuestro Equipo Nacional. Y señalo la figura del más destacado de nuestros 'coaches': Víctor Mario Pérez que jugó en la Universidad de Long Island bajo la tutela de uno de los mejores mentores 'americanos': Clair Bee.
Todo lo relatado hasta ahora sirve para resaltar el hecho de que, desde finales de la década del 1950 nuestros equipos comenzaron a ser dominantes en la región centroamericana y del caribe y aún a nivel de las Américas, norte y sur. Solamente Estados Unidos lucía superior a Puerto Rico. Prueba al canto fue que en los Juegos Panamericanos de 1959 en Chicago nuestro equipo logró medalla de plata.
De ahí en adelante vinieron medallas de oro en los Centroamericanos de Jamaica (1962) y en casa (1966). Luego tuvimos muchísimos éxitos a nivel mundial siendo el más sonado e importante el triunfo sobre el 'dream team' de USA en Grecia en el 2004. Y con esos éxitos el prestigio del basket boricua se encampanó internacionalmente y al pasar de tantos años gloriosos nuestro equipo nacional se convirtió en la más excelente y difundida manifestación de nuestra nacionalidad.
Siendo así y considerando muy seriamente el que un puertorriqueño NO ES ciudadano de su nacionalidad, y por ende esa nacionalidad, la nuestra, la única legítima, no cuenta jurídicamente; en fin, no existe, resulta imperativo para nosotros, los hijos de esta tierra, el que la misma no pueda ser ignorada o menospreciada en el único escenario donde goza de plena legitimidad y valía.
Por eso, Puerto Rico, por su condición de colonia, tiene que insistir en mantener el más reconocido y efectivo de sus símbolos culturales como expresión legítima de su nacionalidad al ser integrada en su totalidad por nacionales puertorriqueños; y eso incluye a su dirigente que, en vez de ser el 'americano' Rick Pitino, debía ser Julio Toro, Flor Meléndez o Raymond Dalmau, para nombrar solo tres.
Calificar la firma de Rick Pitino para dirigir nuestro Equipo Nacional como “histórica” es una exageración pero se entiende como propaganda para bien vender este patrimonio nacional. Decir sobre lo MUCHO que hará Pitino como técnico del equipo y supervisor del desarrollo de nuestro baloncesto es puro decir ya que, siendo empleado 'full time' de la Universidad de Louisville y residiendo en Kentucky, difícilmente podría llevar a cabo la tarea planteada.
Cuando Tuto Marchand indica que cinco de los seis equipos en nuestro grupo en Turquía eran dirigidos por extranjeros mientras Puerto Rico lo era por un boricua me sentí orgulloso de la lección de legitimidad que nuestra Nación, bochornosamente intervenida por otra, le daba a naciones libres y soberanas con asiento en las Naciones Unidas.
Si el baloncesto ha sido parte muy importante para mí y uno de mis grandes propósitos de vida mucho más aún ha sido la liberación de mi patria y de los puertorriqueños que la vivimos. Fundamental en ese sentimiento es la circunstancia de idioma, geografía, etnia, tradiciones, costumbres y la certeza de compartir un destino común; rasgos que definen nuestra nacionalidad, una, diariamente asediada por fuerzas extranjeras que la agreden y la menoscaban cultural y políticamente. Porque no se enreden en la retórica Muñocista; el 'americano, aún siendo conciudadano del puertorriqueño es un EXTRANJERO en Puerto Rico y para colmo, uno que MANDA.
Por eso, siendo nuestro Equipo Nacional de Baloncesto paladín de ese sentimiento y patrimonio nacional, debemos rechazar cualquiera adulteración de su naturaleza como expresión genuína de nuestra identidad de Pueblo.
Rick Pitino, aún asumiendo que fuera un dirigente fenomenal, ni siente por ni representa a la nación puertorriqueña cuya idea e ideología van muy por encima del vulgar propósito de ganar en una competencia deportiva, aunque se trate de Juegos Olímpicos.
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